Mi foto
María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Please remember that you used to love me


No hay nada peor que aguantarlo todo dentro, como una bomba a punto de explotar. Pero aguantas, aguantas todas las pequeñas piezas para que no explote. Y así lo haces, una vez más te has tragado tus lágrimas, dejando con ellas todo el dolor dentro. Sonríes orgullosa de tu trabajo, aunque sabes que no durará mucho tiempo. Entonces vuelve a ocurrir, sientes que el pecho se te contrae y te tiembla cada milimetro de tu cuerpo, los ojos se te empañan de nuevo y haces esfuerzos sobrenaturales para que desaparezca. Pero necesitas soltar miles de lágrimas, vaciarlas todas, una por una, que vayan callendo por tus mejillas, deslizándose lentamente y llevándose con ellas todo el dolor. Pero no puedes ni debes, te lo aguantas todo dentro, como una chica grande, fuerte en apariencia. Odias quedarte sola, eso significa llorar, soltarlo todo y no quieres, no debes. Pensabas que estabas preparada, te habías entrenado, sabías que ocurriría pero una vez más duele y te das cuenta de que no estabas preparada y que todos tus esfuerzos por olvidarle se han quedado perdidos, lejos. Al fin y al cabo siempre quedaba una pequeña, una pequeñísima esperanza de que todavía te quisiera. Pero una vez más, terminas vomitando mentiras, desilusiones y sueños que jamás se cumplirán.