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María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

martes, 30 de noviembre de 2010

La risa



La risa, la tan deseada y encantadora risa, esa que llega en el momento que menos esperamos haciendonos descargar energía con la mejor acción que una persona puede hacer: reir.
Está la risa a carcajadas, esa con la que sueltas todo el aire que tienes en el cuerpo y liberas una energía que con pocas acciones más se puede liberar
Está la risa floja, esa que nos entra cuando ves a una persona especial o cuando sentimos nerviosismos.
Está la risa forzada, la que no sentimos, pero que hacemos para quedar bien con otras personas.
Está la risa pícara, esa que hace que todo el mundo que esté a tu al rededor te mire con intriga de saber de que te estás riendo, es una risa que levanta intriga.
Está la risa sincera, la bonita, la graciosa, la fuerte, la floja, la cantarina..
En definitiva, la risa.
Cada persona se caracteriza por un tipo de risa que los diferencia de las otras personas.
Hay indefinidos tipos de risa, pero lo que verdaderamente importa no es eso, si no que la utilices más de una vez al día.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Frustración


Sí, esa es la palabra, el sentimiento que ella tuvo cuando le contó su mayor secreto a la persona que más quería. Él se rió e intentó quitarle importancia, cuando realmente la tenía. Ella no lo comprendía, ¿por qué se comportaba así?, no se lo creía, eso era lo que pasaba. Quiso asegurárselo, poniéndole así ejemplos, motivos..
Pero él no creía, por mucho que dijera que sí, la tomaba por una loca que estaba perdiendo el tiempo.
Pues sí, ella llegó a pensar que no la quería y dejó de malgastar fuerzas en algo imposible para que él mostrara algo de interés.
Sí, ella lo quería, pero no iba a dejar que se riera de ella de ese modo.
¿Era tan difícil de comprender? Ella sólo pedía un poco de apoyo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Entre estrellas


Esta mañana me levanté con la esperanza de que cuando abriera la ventana, un enorme rayo de sol me cegara los ojos. Pero no fue así, cuando sonó el despertador a las 9:00, salté de la cama con un brinco y abrí la ventana. Me quedé asombrada, mucho más de lo que me hubiera quedado si hubiera visto ese gran rayo de sol que tanto esperaba. En vez de eso, pude contemplar un cielo azul oscuro repleto de estrellas preciosas. Yo no salía de mi asombro, eran las 9:00 y todavía no había ni rastro del sol, todo lo contrario. Me senté en la ventana y probé a contar estrellas. Era divertido, relajante. Cuando iba contar la 263 no pude hacerlo, se movió rápidamente, como un rayo. No lo pensé dos veces, cerré los ojos con fuerza y pedí un deseo, el deseo que había reservado por si aquella noche veía una estrella fugaz.
Cuando nuevamente abrí los ojos, todas las estrellas habían desaparecido, dejando a cambio un enorme techo de color malva y una cama revuelta en la que yo estaba tumbada. Supe en ese instante que había sido un sueño, pero un sueño magnífico. Pero, ¿y qué pasaba con mi deseo?.
Bajé de la cama con cara de pocos amigos, me acerqué a la ventana y la abrí sin ganas.
Y allí estaba, el enorme sol dañandome los ojos con fuerza, como yo había deseado.

Hakuna Matata


Vive y deja vivir.