Mi foto
María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

martes, 24 de julio de 2012

Queridos carpinteros del mundo:

Un clavo no saca otro clavo. Si realmente piensan eso, no saben nada de carpintería. Bueno, realmente, podría decirse que es así en algunos caso. Como por ejemplo, si ese carpintero ha clavado mal el clavo, en ese caso, como es normal, sería muy sencillo sacarlo, tanto con otro como sin él. Pero si realmente se da este caso, el carpintero tampoco sabe de carpintería. 
Pongámonos en otras circunstancias, digamos que el clavo está perfectamente clavado, ¿otro clavo? ¿De qué te sirve clavar otro clavo si no has conseguido sacar el primero? 
Un clavo no saca otro clavo. Bueno, todo depende de la madera. Un clavo se saca con esfuerzo, sacrificio, dolor, cuidado y tiempo. Se saca poco a poco y cuando la madera está curada, es cuando se está preparada para clavar otro clavo.


Carpinteros, búsquense otro oficio si, para empezar, no saben que un clavo no saca otro clavo.
Firmado: 
Una madera clavada.

domingo, 15 de julio de 2012


Y cuando piensas que has tocado fondo, 
sigues callendo.

jueves, 12 de julio de 2012

Time heals everything

Y me di cuenta de lo que ocurría. Me di cuenta de que, a pesar de todo, le seguía queriendo. Me di cuenta de que mi vida no tenía sentido si no me sonreía por la mañana o si no me recordaba alguno de mis defectos. Me di cuenta de que su sonrisa me hacía sonreír, que su olor me envolvía y que su pelo me enloquecía. Me di cuenta de que lo necesitaba para ser feliz, a pesar de que no lo tenía. Y sí, me di cuenta de que seguía siendo importante y que, probablemente, lo seguiría siendo durante un tiempo, tal vez algo más de un tiempo, tal vez no lo olvidaría jamás. Pero me di cuenta de que mi felicidad no tenía que depender de nadie y que mi sonrisa tenía que estar permanentemente en mi cara. Me di cuenta de que hay cosas que es mejor perder.

martes, 10 de julio de 2012

Touched and sunk


A lo largo de nuestra vida nos enseñan cosas que, al parecer, serán indispensables y necesarias para nuestro futuro. Nunca hables con desconocidos, no cojas cosas del suelo, se educado, deja salir antes de entrar... Millones de normas que nos imponen desde que somos pequeños y que, de una manera u otra, terminamos cumpliendo. Pero, cuando crecemos y maduramos, ¿quién cumple esas normas? Se podría decir que esas normas pasan a ser consejos, los cuales decidimos si tomar o dejar. Inténtalo; nunca lo sabrás si no lo intentas; no tienes nada que perder; lucha por lo que quieres. Millones de expresiones que sólo llevan a un sólo objetivo por cumplir: dejar atrás tus miedos y luchar por lo que realmente te importa, por lo que crees que merece la pena. Y te das cuenta de que sí, de que tú misma eres la única que merece lo mejor y que debes hacer tus sueños realidad. Pero con eso es con lo único que te tropiezas, con la realidad. Realidad que te recuerda que los sueños, sueños son. Y que, una vez más, has perdido la batalla.

domingo, 1 de julio de 2012

¿Retroceder? 

Sí, sólo para coger impulso.