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María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

martes, 13 de septiembre de 2011

Tarde o temprano, siempre llega



-En ocasiones, ves como el mundo es demasiado grande y tú demasiado pequeña. Sientes que cuando creías que habías tocado fondo, sigues callendo, lejos, muy muy lejos, a un lugar sin fondo, en el que nunca dejas de caer. Y es que, en momentos, te sientes incomprendida, sin ganas de nada ni de nadie, como si simplemente estuvieras en el mundo como una más, una del montón, simplemente para rellenar. Sientes como si no sirvieras para nada, sin utilidad, inúltil. Nunca ganas nada y estás harta de ver como todo el mundo consigue lo que quiere y tú siempre te quedas en el intento. 
+Pues, ¿sabes qué? que yo creo que todos estamos aquí  por algo que tarde o temprano terminaremos descubriendo. Porque nadie es uno del montón, porque no hay una persona sin objetivo, sino objetivos sin personas. Porque si estamos aquí fue porque algún día ganamos una carrera entre miles de espermatozoides. Y sí, estamos aquí, con o sin objetivo, pero estamos aquí. Y tenemos que estarlo siempre porque algún día nuestro objetivo llamará a la puerta de nuestra casa y si no lo abandonas, llegarás lejos, muy muy lejos.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Bienvenida al mundo real



La historia ha cambiado, la princesa no es feliz. Se ha dado cuenta de que su príncipe ha cambiado. Extraño, diferente, raro, distinto.. Acompañado de estos adjetivos, el príncipe ha desaparecido. Tal vez nunca estuvo. La princesa se hizo unas expectativas demasiado altas. Es normal, ella ya había construido su reino, junto a su príncipe y esa felicidad. Pero tal vez, todo esto, sólo era producto de su imaginación, una burbuja llena de falsa felicidad. Y es que, era inevitable. Tarde o temprano, la felicidad se desvanece, la burbuja se rompe y la princesa vuelve al mundo real. Mundo en el que su príncipe, se ha convertido en rana de nuevo.