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María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

martes, 30 de octubre de 2012

Maturity?


Madurez: etapa que comienza durante la adolescencia y que, se supone, no termina nunca. En otras palabras, más referido a mi propia opinión, la madurez es una etapa o un logro que muchos no consiguen alcanzar. Mas lo peor no es el que no consigue tenerla, pues al fin y al cabo puede ser que algunas personas estén destinadas a soltar una risita tonta cuando se habla de sexo, como se hacía en primaria. Lo peor, en mi opinión y supongo que también en la de muchos otros, es creer ser maduro cuando la madurez de esas personas no llega ni a la punta de un zapato. 
Tal vez sea yo, no lo niego, puede que sea una maniática y no aguante la inmadurez humana, pero no puedo evitarlo. No puedo evitar ver a gente que todavía no ha alcanzado su madurez molestando a los que si lo han hecho. Haciéndoles perder el tiempo en sus estupidas tonterías. 

Pero a veces, por muy maduro que seas, algunas de esas tonterías llegan a tener su gracia y alguno de aquellos inmaduros pueden llegar a abrirse un hueco en tu corazón.

domingo, 28 de octubre de 2012


Entonces es cuando empiezas a comprender que las heridas están para ser cerradas y que, aunque la cicatriz te persiga toda la vida, no te volverá a doler nunca más.

Pardelas.

miércoles, 24 de octubre de 2012

The writter


Una necesidad. Todos tenemos necesidades, algo que tenemos que hacer en todo momento, algo inevitable. Se podría llamar adicción, droga... Si hablamos en esos términos, mi droga es escribir, mi necesidad, me tubo de escape, mi manera de expresarle al mundo con palabras lo que no soy capaz de hacer con acciones. Mi pequeño diario sin sentido, abstracto y absurdo. No tiene sentido contarle tus sentimientos a alguien desconocido, a un extraño. Pero aún así lo hago. Escribo porque lo necesito, porque cuando mis palabras fluyen con la tinta de ese viejo bolígrafo desgastado, siento que mi cuerpo se va vaciando de problemas. Uno a uno, palabra por palabra, dejándolo todo atrás y llorando tildes que le dan la entonación a mis palabras. Sintiendo que mi peso disminuye con cada palabra que escribo. Sintiendo que puedo volar, cuando llego al punto y final.

sábado, 6 de octubre de 2012

¿Juntas? Juntas.


Y cuando menos te lo esperas aparece. Aparece como una luz que brilla entre millas de oscuridad, para salvarte, para llevarte sana y salva a casa. Aparece con sus enormes ojos verdes y te abraza como si no lo hubiera hecho en años, como si dependiera su vida de ello. Te abraza tan fuerte que te falta el aliento, pero deseas no soltarla nunca. A pesar de todo eso significa que está contigo, ¿no? Y entonces te mira, te sonríe y dice cualquier tontería, lo primero que se le pase por la cabeza. Ella es así, te hace reír cuando una lágrima cae por tus mejillas, te levanta cuando te caes y te hace darte cuenta de que hay gente en el mundo que está para cuidarte. 
Dicen no hay nada mejor que recibir algo que no esperas, nada mejor que una sorpresa. Y bueno, aquí estoy, intentando agradecer con pocas palabras a alguien que se merece el mundo entero. 

¿Recuerdas ese 31 de Marzo? Realmente no recuerdo bien cómo empezó, de lo que estoy segura es de que si hubiéramos sido niñas todo hubiera comenzado con ese famoso: ¿quieres ser mi amiga? Supongo que con nosotras no hizo falta, bastó con jugar una partida a la play, hacer misiones secretas, bailar en la piscina o contarnos miles de cotilleos, para darnos cuenta de que sería para siempre. Llámalo intuición, brujería o cómo quieras, pero te puedo asegurar que desde el momento en el que te acercaste a mí y me dijiste: ¡Hola, soy Daniela! supe que tendrían que pasar crones para que nos separáramos. Me llamarás loca, estúpida, majareta, tonta e infantil, pero al momento te reirás sabiendo que tú también lo eres. 
Y dentro de unos años, cuando alguien me pregunté sobre mi verano 2012 yo sonreiré y orgullosa diré: Daniela. Porque no hay palabra que defina mejor mi verano que tu nombre. Noches de confesiones, días llenos de risas, nuevas experiencias, lágrimas, sonrisas, dudas... Pero siempre juntas. Sinceramente tenía miedo de que cuando acabara el verano te fueras, de no volver a vernos, a llamarnos, a reír... Pero dicen que si algo se quiere, se cuida y se conserva, y yo te quiero a ti, siempre conmigo. Y sabes que siempre que tenga un ratito estaré contigo, en tu casa, en la mía... Donde sea. Porque si estamos juntas, ¿qué más da el resto? Cuando quieres a alguien y tienes la suerte de que esté contigo, todo lo demás da igual.
Estaré siempre contigo, Dani. Cuando te derrumbes y llores, ahí estaré yo para hacerte feliz, para que sonrías, para que esos preciosos ojos verdes nunca dejen de brillar. ¿Y sabes por qué lo haré? Porque sé que tú harás lo mismo. Porque somos una, pequeña. Porque juntas podemos con todo, ¿de acuerdo? Se acabó lo malo, se acabó el llorar por quién no lo merece y el seguir queriendo que vuelva quién más daño nos hizo. Y se acabó porque ahora nos toca ser felices, porque si nos tenemos la una a la otra, ¿qué más queremos?
Te quiero crones.

martes, 2 de octubre de 2012

No feelings


Pensando y pensando llegas a muchas conclusiones. Conclusiones que ni siquiera te habías planteado, que no habían pasado por tu cabeza ni un instante. Claro está, que unas tienen más sentido que otras. Por ejemplo, ¿qué sentido tiene preguntarse si realmente hay alguna persona en el mundo que no tiene sentimientos? En un principio todos pensamos que ninguno, que no tiene ningún sentido hacernos esa pregunta. Pero, supongo que será la madurez o la edad que vamos adquiriendo la que nos hace darnos cuenta de que nada es imposible y de que encontrar a una persona sin sentimientos es mucho más fácil de lo que creemos. Y sí, es triste pero es cierto. Es triste que haya gente que no vea más allá de un físico, de una reputación o de una satisfacción propia. Es triste que el mundo lleno de superficialidad y egoísmo. Pero lo que realmente es triste es que una de esas personas sin sentimientos piense que la gente que los rodea tampoco tiene. Que no se paren a pensar un instante en cómo puede sentirse la gente que los rodea con los actos que ellos hacen, llenos de orgullo y frialdad. Porque puede que lo que ellos olviden en dos segundos, otras personas lo estén recordando el resto de su vida. Es injusto que haya gente sin sentimientos que se aproveche de los que si los tienen.