Mi foto
María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

sábado, 6 de octubre de 2012

¿Juntas? Juntas.


Y cuando menos te lo esperas aparece. Aparece como una luz que brilla entre millas de oscuridad, para salvarte, para llevarte sana y salva a casa. Aparece con sus enormes ojos verdes y te abraza como si no lo hubiera hecho en años, como si dependiera su vida de ello. Te abraza tan fuerte que te falta el aliento, pero deseas no soltarla nunca. A pesar de todo eso significa que está contigo, ¿no? Y entonces te mira, te sonríe y dice cualquier tontería, lo primero que se le pase por la cabeza. Ella es así, te hace reír cuando una lágrima cae por tus mejillas, te levanta cuando te caes y te hace darte cuenta de que hay gente en el mundo que está para cuidarte. 
Dicen no hay nada mejor que recibir algo que no esperas, nada mejor que una sorpresa. Y bueno, aquí estoy, intentando agradecer con pocas palabras a alguien que se merece el mundo entero. 

¿Recuerdas ese 31 de Marzo? Realmente no recuerdo bien cómo empezó, de lo que estoy segura es de que si hubiéramos sido niñas todo hubiera comenzado con ese famoso: ¿quieres ser mi amiga? Supongo que con nosotras no hizo falta, bastó con jugar una partida a la play, hacer misiones secretas, bailar en la piscina o contarnos miles de cotilleos, para darnos cuenta de que sería para siempre. Llámalo intuición, brujería o cómo quieras, pero te puedo asegurar que desde el momento en el que te acercaste a mí y me dijiste: ¡Hola, soy Daniela! supe que tendrían que pasar crones para que nos separáramos. Me llamarás loca, estúpida, majareta, tonta e infantil, pero al momento te reirás sabiendo que tú también lo eres. 
Y dentro de unos años, cuando alguien me pregunté sobre mi verano 2012 yo sonreiré y orgullosa diré: Daniela. Porque no hay palabra que defina mejor mi verano que tu nombre. Noches de confesiones, días llenos de risas, nuevas experiencias, lágrimas, sonrisas, dudas... Pero siempre juntas. Sinceramente tenía miedo de que cuando acabara el verano te fueras, de no volver a vernos, a llamarnos, a reír... Pero dicen que si algo se quiere, se cuida y se conserva, y yo te quiero a ti, siempre conmigo. Y sabes que siempre que tenga un ratito estaré contigo, en tu casa, en la mía... Donde sea. Porque si estamos juntas, ¿qué más da el resto? Cuando quieres a alguien y tienes la suerte de que esté contigo, todo lo demás da igual.
Estaré siempre contigo, Dani. Cuando te derrumbes y llores, ahí estaré yo para hacerte feliz, para que sonrías, para que esos preciosos ojos verdes nunca dejen de brillar. ¿Y sabes por qué lo haré? Porque sé que tú harás lo mismo. Porque somos una, pequeña. Porque juntas podemos con todo, ¿de acuerdo? Se acabó lo malo, se acabó el llorar por quién no lo merece y el seguir queriendo que vuelva quién más daño nos hizo. Y se acabó porque ahora nos toca ser felices, porque si nos tenemos la una a la otra, ¿qué más queremos?
Te quiero crones.

2 comentarios: