Increíble es querer a alguien desde que abres los ojos, desde que los abres por primera vez, desde que el corazón empieza a latir, desde que exhalas el primer suspiro de tu vida.
Estarías aferrada a ella toda tu vida, sin soltarla nunca y que te de calor, ese calor que sólo ella desprende.
De ojos marrones, profundos, sinceros, grandes y capaces de enamorar a un ciego. Con tez tersa, morena y una sonrisa que, a pesar de no ser blanca como las perlas ni perfecta como la de una famosa actriz, es la más bella imperfección que existe.
Sonriente, alegre, cariñosa, capaz de hacer lo imposible por ver sonreír a la gente que ama.
Pocas veces la verás llorar, pocas veces verás esos preciosos ojos marrones empapados en lágrimas y cuando lo hace, produce tal sensación, que sólo deseas abrazarla y no soltarla jamás.
La mejor persona que podrás conocer. Inteligente, sabia, la mujer que todo hombre desearía tener.
A pesar de su belleza, todos los días busca defectos en el espejo: arrugas, manchas, cicatrices de la vida. Mas cada día está más guapa, espléndida, maravillosa, perfecta. Cada día más sabia, más completa, más ella.
Cada día más cerca de la perfección, perfección que para mí, ella ya alcanzó hace mucho tiempo.
Cada día más cerca de la perfección, perfección que para mí, ella ya alcanzó hace mucho tiempo.
Gracias cariño, te quiero mucho. Espero caminar a tu lado, sin molestar mucho y sabiendo que siempre me necesites estaré ahí, durante muchos años.
ResponderEliminarTe quiero mucho, mami.
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