Hoy me he levantado y he cogido la hoja más grande que tenía. Un folio enorme, casi tan grande como yo. ¿Y saben que he hecho con él? Me he tumbado y he observado las nubes y sus formas. No sé por qué, pero siempre encontraba un corazón, o al menos algo que se le pareciera. Tal vez, lo encontraba porque lo estaba buscando o simplemente porque era... ¿el destino? Realmente no lo sé, lo único que se es que me he dado la vuelta rápidamente y he mirado aquel enorme folio blanco que tenía delante de mí. He cogido un bolígrafo y he empezado a escribir. ¿Saben esa sensación de liberación que te sucede cuando tienes muchas ganas de hacer algo y por fin lo haces? Pues así me he sentido. De una manera u otra he escrito todo lo que necesitaba sobre un folio, un enorme folio. Y cuando terminé, lo partí en mil pedacitos y dejé que el viento se lo llevara volando lejos, muy lejos. Dónde alguien lo pueda encontrar, unir todas sus piezas y recibir mi mensaje:
Vi reír a la tristeza
Si ella puede, ¿por qué no vas a poder tú?
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