Y es que no lo puedes evitar. No, no puedes. Sucede sin que tú lo quieras y viene sin avisar. Llámalo acto reflejo, espejismo.. Llámalo como quieras, pero sucede. Y no puedes hacer nada para evitarlo. Un escalofrío recorre todo tu cuerpo, seguido de miles de mariposas en tu estómago. Y es que lo sabes, eres consciente de que, quieras o no, cuando ves un mensaje suyo sonríes. Y es que es inevitable que, cuando ves su nombre en la pantalla de tu móvil seguido de la palabra "llamando" un millón de mariposas recorran tu cuerpo haciéndote sentir la persona más feliz del mundo. Porque simplemente lo echas de menos, tienes unas ganas increíbles de verlo y estar con él. Y de esto te das cuenta cuando al escuchar su nombre y, sin quererlo, una sincera sonrisa se apodera de tu rostro.
¡Propongo un brindis! Por todas esas personas que alguna vez han estado tristes sin quererlo, por aquellas que han estado contentas no queriéndolo, por todas aquellas que no le encuentran sentido a la vida, por aquellas que sonríen sin ganas, por las que las que quieren hacer felices a la gente sin estarlo ellos mismos, por aquellas que sueñan con que algún día serán felices. Propongo un brindis por todas las personas que alguna vez han tenido una sonrisa entristecida.
- Pardelas
- María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario