Llega un momento en la vida en el que te paras a pensar lo que has hecho bien, lo que has hecho mal, lo que has dejado de hacer... Llega un momento en el que tu camino se cruza con baches, se enreda entre miles de dudas. Llega un momento en el que tienes que depender de ti misma y de tus propias decisiones, sean cual sean y asumiendo las consecuencias que estas conlleven. Y después de haberlo conseguido, miras atrás, orgullosa de tu trabajo, de tus acciones, de tus decisiones. Te das cuenta de que lo que antes dolía, ahora ya no lo hace y que lo que antes era imprescindible, ha dejado de serlo. Se ha convertido en uno más, uno del montón, una de esas personas que ven y que, aunque todavía te de un vuelco el estómago, ya no te causa dolor el hecho de verlo. Ves como día tras día te intenta hacer daño, pero has conseguido una barrera contra él, la mejor barrera de todas: el amor propio, algo que sólo tú puedes darte. Algunos dicen que es la costumbre, que no lo has olvidado, que simplemente te has acostumbrado al sufrimiento y el dolor de tal manera, que ya ni te das cuenta de que está ahí. Pero al igual que todo, el tiempo todo lo cura.
¡Propongo un brindis! Por todas esas personas que alguna vez han estado tristes sin quererlo, por aquellas que han estado contentas no queriéndolo, por todas aquellas que no le encuentran sentido a la vida, por aquellas que sonríen sin ganas, por las que las que quieren hacer felices a la gente sin estarlo ellos mismos, por aquellas que sueñan con que algún día serán felices. Propongo un brindis por todas las personas que alguna vez han tenido una sonrisa entristecida.
- Pardelas
- María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.
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