Mi foto
María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

martes, 25 de septiembre de 2012

Quizás

Nuevas experiencias, momentos inolvidables, palabras que enamoran, miradas que enloquecen y sonrisas que llenan de felicidad. Sonríes como una estúpida recordando sus palabras y aquella vez que te dijo: "eres preciosa". Es inevitable, es inevitable que al oír semejantes palabras no tengas ganas de sonreír, de sonreír eternamente. Pero de repente se desvanece, la sonrisa desaparece y te recuerda a tu gran amor, del que estuviste enamorada y el que jamás te trató como una princesa ni te dijo que eras preciosa. 
Lo recuerdas y el corazón se te encoje, los ojos se te llenan de lágrimas y piensas que jamás conseguirás olvidarlo. Que por su culpa vas a desaprovechar oportunidades que realmente merecen la pena. Y lloras, sufres por la impotencia de no olvidarlo. Lloras porque tienes miedo, miedo a que la historia vuelva a repetirse con quién realmente te merece. Y sabes perfetamente que él haría todo lo posible por hacerte feliz, pero aún así dudas. Dudas porque en el fondo piensas que saldrá mal, porque no quieres volver a sufrir ni llorar; quieres ser feliz. Pero, ¿y si sale bien? Digamos que hay una posibilidad y que está ahí. Podría salir bien, podría ser tu momento, pordría haber llegado la hora de volver a sonreír.


No hay comentarios:

Publicar un comentario