Mi foto
María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

jueves, 13 de octubre de 2011

1953



-Gracias- él frunció el ceño y seguidamente encarnó una ceja. Ella sonrió sinceramente y tras unos segundos comenzó a reír a carcajadas. Él, tras un momento de desconcierto, una sonrisa tímida se apoderó de él.
-¿Qué ocurre?- preguntó divertido. Sin dudarlo un segundo, ella se abalanzó sobre él y le dio un sincero y largo abrazo. Tenía la cabeza apoyada contra su pecho. Podía sentir su olor, podía sentirlo a él. - Dime, ¿por qué gracias? 
Ella lo miró y sonrió, aunque, seguidamente, sus ojos se llenaron de lágrimas que, a pesar de luchar contra ello, caían lentamente por sus mejillas. Ella contemplaba nerviosa su pelo, su sonrisa, a él. Sabía que podía ser la última vez que lo volviera a ver y si no lo era, sería la última vez que fuera suyo, sólo suyo. Él la besó en la frente y la apretó contra sí, colocando su cabeza sobre la de ella.
-Pues gracias por esos días, esos momentos, por hacerme reír, por los abrazos.. Gracias, básicamente, por aparecer en mi vida y por formar parte de ella durante este tiempo. Y se que, aunque no te vuelva a ver, jamás voy a olvidarme de ti, porque nunca olvido a las personas que me hicieron felices, aunque sólo fuera por unos instantes. Me hiciste volver a creer en la felicidad y conseguiste que me olvidara de todo lo que me rodeaba- le soltó una breve y sincera sonrisa, mientras agachaba la cabeza- claro, de todo, menos de ti.
-Eres..
-¡Sh! Espera un segundo- le cortó ella poniendo su dedo índice en sus labios- Y sólo espero que, a pesar de que el tiempo pase, porque es inevitable que pasará, nunca te olvides de mí. De que, aunque esté muy lejos, siempre podrás contar conmigo, para lo que quieras, siempre, ¿eh?, recuérdalo por favor.
-Eres increíble.
Y, tras darle un breve y sincero beso en los labios, él se dio la vuelta y se marchó para no volver jamás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario