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María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

jueves, 27 de octubre de 2011

Nunca olvidas a una persona importante en tu vida, simplemente, aprendes a vivir sin ella



Y es que, al fin y al cabo, la vida es así. Simplemente capítulos. Capítulos que terminan, que empiezan, que se ausentan. Hay capítulos que deseamos que terminen, lloramos durante ellos, sufrimos. Pero, normalmente, lo hacemos porque en capítulos anteriores fuimos felices, muy felices. Pero, ¿por qué?. Y durante tu capítulo de tristeza no haces más que preguntártelo una y otra vez. ¿Por qué?, ¿por qué tú?. No lo comprendes. Pero motiva pensar que sólo es un capítulo y que el tiempo lo curará todo, sólo es cuestión de esperar. Mas la espera se hace eterna y el capítulo no termina. Te gustaría retroceder en el tiempo, al capítulo que te ha causado estar así. Y, a pesar de que sabes que volverías a pasarlo mal, repetirías ese bonito capítulo una y otra vez. Y sí, con todas sus consecuencias, lo repetirías. Pero, por mucho que quieras, nunca podrás. Así que, es hora de secarse las lágrimas y sonreír. Aunque cueste, porque cuesta. Pero nada es más fuerte que uno mismo. Así que, cierra los ojos, cuenta hasta diez y piensa que es hora de separarse del capítulo y de todo lo que éste conlleva. Un capítulo que nunca conseguirás olvidar. Ha llegado la hora de recordarlo con felicidad y no con rencor. Porque nuestro libro es así, muchos capítulos, nuestros capítulos. En definitiva, nuestra vida. Y sí, a veces resulta complicada. Pero sólo hay que saber vivirla tal y como es.

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