Mi foto
María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.

martes, 27 de diciembre de 2011

Recapacitar es de sabios



78 días, ¡cuánto tiempo!. Parece increíble que llevemos todo ese tiempo sin dirigirnos una sola palabra. Piénsalo, sólo vete tres meses atrás. ¿Lo recuerdas?. Éramos inseparables. El tiempo juntas transcurría tan rápido. Confidencias, secretos, risas, abrazos.. Lo compartíamos todo. Y en cambio, ahora... Es increíble. De la noche a la mañana nos convertimos en dos desconocidas. Nada, no somos nada. He de confesarte que lo pasé mal, realmente mal. Eras mi todo, mi alma gemela, mi mayor consejera. Era sentir que te perdía poco a poco y me derrumbaba. Pero los daños te hacen fuerte, ¿sabes? y no te guardo rencor, me hiciste madurar y darme cuenta de cómo son realmente las cosas. Porque no todo es de color rosa con mariposas de colores. Es la vida, y sí, es dura si no la sabes llevar. Y, ¿sabes?, te parecerá una locura y probablemente no lo comprenderás, pero te doy las gracias. Sí, gracias por irte, por dejarme de hablar, por ser una egoísta, por sólo pensar en ti, por ver como sufría y aún así ignorarme. Gracias. Gracias a ti y a tus estúpidos enfados inmaduros he conseguido algo que no se cambia por nada. Amigos, muchos amigos, nuevos amigos, más de los que había tenido nunca. Y eso no tiene precio. Hoy por hoy, estoy orgullosa de mí misma y siempre te estaré agradecida por estos amigos que hice mientras tú sólo pensabas en ti misma. Porque hoy soy una persona libre, sin ataduras, sin cargos de conciencia y sin tener que dar estúpidas excusas. Soy feliz, ¿sabes?. Ahora es cuando soy feliz. Sin ti, y sí, me duele decirlo, más que nada. Pero he pasado página. Formas parte de mi pasado. Porque yo, he descubierto, que después de ti hay mucho más y mejor. Y hoy por hoy, estoy mejor sin ti. Lo siento, pero no te quiero de vuelta. Así que, sólo te deseo que seas feliz al igual que lo soy yo ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario