Impotencia. Sí, sin duda alguna esa es la palabra que sientes. Ya son varios meses los que han pasado y todavía no has logrado borrarlo de tu mente. Lloras, impotencia de nuevo. Cuando piensas que todo ha terminado, que el dolor ya se ha acabado, vuelve. Vuelve y cargado de energía para quedarse por mucho tiempo. ¿Cómo alguien que ya no está en tu vida sigue significando tanto? Vuelves a llorar e inútilmente coges ese viejo álbum de fotos y comienzas a verlo. Página tras página, miradas tras miradas, sonrisas tras sonrisas y finalmente besos. Muchos besos, muchísimos. Acompañados de un sabor amargo en la garganta que te hace volver a la realidad, a la realidad que te recuerda que no está contigo y que todas esas sonrisas, miradas y besos sólo forman parte de un pasado del que él parece haberse olvidado. Respiras, sólo un esfuerzo más, todo irá mejor. Esos sueños que se repiten una y otra vez, todos esos recuerdos que reviven noche tras noche en tus sueños, terminarán. Conseguiré sacarte de mi mente para siempre y darme cuenta de que esos recuerdos, sueños, besos y caricias, sólo forman parte de un pasado llamado "tú".
¡Propongo un brindis! Por todas esas personas que alguna vez han estado tristes sin quererlo, por aquellas que han estado contentas no queriéndolo, por todas aquellas que no le encuentran sentido a la vida, por aquellas que sonríen sin ganas, por las que las que quieren hacer felices a la gente sin estarlo ellos mismos, por aquellas que sueñan con que algún día serán felices. Propongo un brindis por todas las personas que alguna vez han tenido una sonrisa entristecida.
- Pardelas
- María, 16 años, encantada. Adoro escribir desde el primer momento que mis manos cogieron un libro y mis ojos tuvieron la suerte de poder leer aquellas palabras. Tan rayada que hasta podrías esnifarme. Vivo en un mundo paralelo y pocas veces estoy de vuelta. ¿Mi mayor miedo? Decepcionar a la gente que quiero. ¿Mi mayor consejo? Ser feliz y quererse a uno mismo, pues vas a ser la única persona que pase toda la vida contigo. No intentes entenderme, ni yo misma lo hago.
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